Por @Vlátido
Uno
La mañana del martes 30 de agosto ardió tuiter (como tantas veces). Fue en torno al diputado federal por Morena Omar García, quien se describe, según su bio (@Omarel44), como sobreviviente de Ayotzinapa.
La activista mixe Yásnaya Gil (@YasnayaEG) citó un tuit del nuevo congresista con un «chale». Inmediatamente se abrió el debate sobre la actuación de los activistas dentro y fuera de los márgenes del Estado, de la vigencia de éste y sus alternativas.
Dos
Durante el día también se debatió respecto a la identidad de los pueblos indios. La palabra que salió a relucir fue woke. Es el pasado de despertar (wake en inglés). En la jerga activista es algo así como estar atento.
La dichosa palabra, entonces, se usa para referirse a quienes son conscientes de los problemas sociales, especialmente de las múltiples formas de discriminación racial. Por ejemplo: lo que sucedió a Yásnaya y a Omar.
Tres
Hacia la noche siguiente escribí el tuit: «Todo el día leí la palabra woke y sólo (con acento) pensé en Pantera«.
Cuatro
La banda de metal Pantera ha sido por mucho tiempo de mis preferidas. La he escuchado al menos desde la prepa, siempre en mi onda thrash y algunas veces hacia las oscuridades del black.
Me identifiqué con Phil Anselmo, su vocalista, cuando hice el odiado servicio militar. Él -como yo entonces- tenía el corte de pelo a rape.
Una de sus canciones trata sobre personas tóxicas. Se llama Walk (vete, lárgate) y en mi inglés básico suena a woke. Nada que ver.
Cinco
Sólo lleva acento, aunque la RAE diga que no. Según la arcaica academia (que además se exaspera con el lenguaje inclusivo) se coloca la tilde únicamente si hay ambigüedad cuando se trata de un adverbio. Sólo si. ¿Qué esperan? ¿Que andemos a las vivas, alertas? Chale.
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