Juelees | Malcolm Lowry

by Divergente.Info

Gabriel Velázquez//Divergente.info.- Camarada Pontxo Hierbas, hace ya un tiempo que no nos saludamos ¿Maduramos, el trabajo nos satura o simplemente nos hacemos viejos? Hace días que recuerdo con nostalgia un evento que realizábamos en aquel proyecto cultural que nos unió como amigos ¿Te acuerdas de los Juelees, en la Casa Tomada? Pues ahí está que con ese pretexto busqué a los amigos de Divergente y para regresar a las charlas de libros.

Pensando en eso, encuentro que hay que arrancar directo, por eso aquí le muestro uno de esos libros fenomenales, con los que el autor pasa a la historia de las letras sin necesidad de volver a escribir, como Rulfo (aunque esa es una carga muy pesada). Esta historia la leí hace años, una vez que tuve que viajar a Yajalón a dar unas clases a maestros. Mis amigos José y María se encargaron de que hubiera un escenario propicio para leerla, en un pequeño restaurante con su propio molino.

Lo primero que le voy a contar es que a Lowry le llevó 10 años terminarla, tras lo cual fue rechazada más de una docena de veces. Además se salvó de perecer en un incendio en una cabaña que Lowry tenía. Finalmente vio la luz no sin antes emprender su autor una defensa de su obra cuando un imbécil editor le sugirió que recortara un par de capítulos. La obra avanza con un tono semi biográfico, en el que el autor relata la historia de Geoffrey, un cónsul que pasa la mayor parte del tiempo ebrio, y a quien le gusta más el mezcal que sus deberes como diplomático (y a quién no ¿verdad?).

Pues bien, la historia narra lo que sucedió un año atrás, durante el día de muertos, cuando Geoffrey se encuentra con su esposa, quien por evidentes razones lo había abandonado. La complicación deviene de asistir a tan importante reunión ligeramente borracho. Esto lleva a centrar la discusión en las infidelidades de ella, incluyendo una con su propio hermano.

Cuernavaca es un lugar idílico, un paraíso en el que también descansa el infierno, cuyo símbolo es el volcán, que a la vez representa la epopeya por la que transita nuestro héroe en desgracia.

Esta es una tragedia etílica, en la que los personajes que la circundan lo mismo son modestos cantineros que corruptos policías violentos. Una obra maestra que se recorre en círculos y cuya decadencia puede ser la de cualquiera.

 

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1 Comentario

Daniel julio 23, 2020 - 3:47 pm

Muy bueno.

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