Manuel Álvarez Bravo y su legado en la fotografía latinoamericana

Manuel Álvarez Bravo y su legado en la fotografía latinoamericana

Álvarez Bravo fue uno de los fotógrafos más notables del siglo pasado en Latinoamérica y se le considera como el padre la fotografía moderna

by Divergente.Info

Redacción//Divergente.info.- Manuel Álvarez Bravo es una de las figuras trascendentales de la fotografía iberoamericana. En su obra se observa una gran variedad temática: la vida en la calle y la cotidianidad a través de los objetos comunes, el surrealismo, entre muchos otros.

Nacido en la Ciudad de México el 4 de febrero de 1902, Manuel Álvarez Bravo trabajó como contador durante un buen tiempo, pero en 1923 conoce a Hugo Brehme. Al poco tiempo compra una cámara Century Master 25 e inicia una nueva etapa en su vida.

Aprendió de manera autodidacta y tuvo sus primeros acercamientos a la imagen a partir de su trabajo en el cine.

 

La importancia de la fotografía de Álvarez Bravo

La importancia de este fotógrafo radica en esa mirada osada y tenaz de lograr subponer elementos y contextos.

Se ganó el respeto a nivel internacional de grandes fotógrafos como Tinna Modotti y Edward Weston.

En 1928 Álvarez Bravo participa en el Primer salón mexicano de fotografía. Para entonces explora el modernismo inspirándose en artistas como Albert Renger-Patzch y comienza a trabajar en platino bajo la tutela de Modotti. Álvarez Bravo le envía a Edward Weston, uno de los fotógrafos modernistas más importantes, algunas de sus fotografías y el estadounidense lo elogia.

Álvarez Bravo fue uno de los fotógrafos más notables del siglo pasado en Latinoamérica y se le considera como el padre la fotografía moderna. Durante su carrera recibió variadas distinciones como el  Premio nacional de las Artes, Condecoración de Ordre des Arts et Lettres Français. Incluso una sala del Museo de Arte Moderno de México llevó en su homenaje su nombre.

Es también llamado el fotógrafo surrealista por los contextos en los que México regala al mundo su forma de vida, cosmovisión, tradiciones.

Su primera exposición individual se realizó en la Galería Posada. En 1934 participó, junto a Cartier Bresson, en una muestra en el Palacio de las Bellas Artes. Presentó sus trabajos en las galerías y museos de las principales ciudades del mundo, entre las que destaca la que fue montada por André Breton en la Galerie Renue et Colle en París y The Family of Man, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

 

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