Agencias//Divergente.info.- En un importante paso hacia la protección de los derechos de la comunidad LGBTQ+, México ha aprobado una reforma legal que prohíbe las llamadas «terapias de conversión», prácticas pseudocientíficas que buscan cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona. La medida, anunciada tras una votación unánime en el Congreso, representa un avance significativo en la lucha contra la discriminación y el prejuicio hacia las personas LGBTQ+ en el país.
La reforma legal, que modifica el Código Penal Federal y otras leyes relacionadas, establece que cualquier tipo de terapia destinada a cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona será considerada como una forma de discriminación y violencia psicológica, y por lo tanto estará sujeta a sanciones penales.
Además, se establecen medidas de protección y apoyo para las personas que hayan sido sometidas a estas prácticas, con el fin de garantizar su bienestar físico y emocional.
La aprobación de esta reforma ha sido recibida con alegría y alivio por parte de activistas LGBTQ+ y organizaciones defensoras de los derechos humanos, quienes han estado luchando durante años para poner fin a estas prácticas dañinas y discriminatorias. Para ellos, esta medida representa un paso importante hacia la igualdad y la dignidad para todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
Sin embargo, también se ha enfrentado a críticas por parte de grupos conservadores y religiosos, quienes argumentan que la prohibición de las terapias de conversión atenta contra la libertad religiosa y el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus creencias.
A pesar de estas objeciones, los defensores de la reforma sostienen que la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas LGBTQ+ debe prevalecer sobre cualquier consideración ideológica o religiosa.
Con esta reforma, México se une a un creciente número de países que han prohibido las terapias de conversión, reconociendo el daño psicológico y emocional que estas prácticas pueden causar en las personas que son sometidas a ellas. Al poner fin a estas prácticas discriminatorias, México envía un mensaje claro de inclusión y respeto hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
En resumen, la prohibición de las terapias de conversión en México representa un importante avance en la protección de los derechos humanos y la igualdad para la comunidad LGBTQ+.
Esta medida refleja el compromiso del país con los principios de inclusión, respeto y dignidad para todas las personas, y marca un paso significativo en la lucha contra la discriminación y el prejuicio en todas sus formas.
