Guillermo Rodríguez.- Un excelente híbrido, esa es la mejor forma de definir la última entrega de la saga Resident Evil. No, no estás jugando P.T, aquel demo para PS4 que era el preámbulo al cancelado Silent Hills, tampoco estás dentro de un juego basado en la Masacre de Texas, mucho menos se trata de El Aro, aunque si los comparas, tienen mucho en común.
Resident Evil 7 ofrece lo que había perdido la saga desde sus últimas dos entregas: Survival Horror. Eso se agradece y se aplaude. Es un juego que te sumerge con éxito dentro del género utilizando la vista en primera persona, cosa con la que ya había experimentado Capcom en spin-offs como Gun Survivor, pero sin apestar.
Visualmente luce increíble, y aunque se nota que está forzosamente diseñado para la experiencia VR de PS4, es una aventura que se disfruta bien tanto en consolas como en PC. El diseño de los entornos es lúgubre y la atmósfera realmente te sumerge en una experiencia de supervivencia como pocas hasta la fecha.
De nueva cuenta eres tú y una “casa grande”, indefenso y con habilidades limitadas. Tomas el papel de Ethan Winters, un personaje nuevo dentro de la saga que llega a una “casa abandonada” en busca de Mia, su novia, quien misteriosamente lleva tres años desaparecida (no, no se trata de Silent Hill 2).
En un principio puede costarte adaptarte a las nuevas dinámicas y objetos, pero después de varias pruebas y errores, te acostumbras y aprendes a dominar el entorno para sacar ventaja. Al final del día es un Resident Evil, sólo que uno en el que no todo el tiempo deberás disparar.
Desafortunadamente, la tensión no perdura durante todo el juego, y después de las primeras tres horas quizá sientas que ya tienes un arsenal suficiente para despedazar a cuanta amenaza se asome y recorrer todos los escenarios sin problema.
La historia se disfruta y estoy seguro que desde que comiences difícilmente soltarás el control, todo fluye muy bien, las mejoras que vas obteniendo y los documentos que encuentras ayudan a que entiendas cada detalle conforme avanzas.
Resident Evil por fin volvió a provocar sustos, a liberar adrenalina y a obligarte a pensar dos veces en que llevar contigo antes de seguir avanzando, a explorar y a conocer cada rincón, en lo que estoy seguro, será una de las experiencias que más disfrutarás durante esta temporada, sobre todo si disfrutas de contemplar litros y litros de sangre, en una de las entregas más sangrientas de la serie.
Pros:
Los gráficos y la atmósfera lúgubre
La historia
El sonido y la tensión
Contras:
Puede resultar muy corto
Se vuelve lento
DLC por 600 pesos extras
Recomendación:
Juégalo de noche, con las luces apagadas y con el volumen a tope. Te garantizo buenos sustos.