Que todo se vaya al Infierno: Lázaro Cristóbal Comala

Que todo se vaya al Infierno: Lázaro Cristóbal Comala

Lázaro Cristóbal Comala presentará en El Foro del Tejedor en la CDMX, el 15 de diciembre, canciones versionadas de Roberto Carlos

by Divergente.Info

Marcopolo Heam//Divergente.info.- Lázaro Cristóbal Comala es un trabajador de la canción, originario del norte de México, donde dice Jaime López que ya nadie va, pero este le responde “no es cierto que ya nadie va a Durango”.

Hace unos días, Lázaro Cristóbal anunció un concierto para cerrar el año; será en El Foro del Tejedor, en la Ciudad de México, el próximo 15 de diciembre.

A quince días de terminar el año, otro peor que el anterior (“mi peor año del mundo siempre es el mejor”), este cantautor pretende que nos desgarremos la garganta con su estilo melancólico y deprimente de interpretar sus canciones; llenas de dolor, amargura, tristeza, melancolía y alcohol.

“Que todo se vaya al infierno”, le da nombre al concierto que llevará el título de su nuevo disco y que saldrá el próximo año, con canciones versionadas, a su estilo, del brasileño Roberto Carlos, uno de sus cantautores más queridos.

Pinche Lázaro, tú no me estas haciendo feliz, tú solo estás anestesiando, lo suficiente pa’ vivir…

No sé que nos espera esa noche… hundirnos en la tristeza, con el viento frío lleno de nostalgia y un puño de dolor golpeándonos el pecho, listo para patear el año que se  va y chingarme un whisky a tu salud.

Chingá, Lázaro, esperas que ese día me hunda más en las entrañas de los recuerdos, que las imágenes pasen por mi mente mientras te veo gritar una melodía sacada de un disco de acetato de Roberto Carlos. Pinche Lázaro, “tú no me estas haciendo feliz, tú solo estás anestesiando, lo suficiente pa’ vivir…”.

Pareciera que estás pensando en un concierto para mí o como un homenaje a mi padre. Hace unos meses lo perdí. “Él, como todos los superhéroes, era huérfano y siempre tuvo que trabajar, y casi nunca, o más bien nunca, fue feliz…”.

Mi padre gustaba de Roberto Carlos, es más, la canción de “Meteorito”, en 1985, seguro me la cantaba teniéndome en sus brazos: “estoy escuchando a Roberto Carlos y tu conmigo en mis brazos… roba libros y siempre duda de Dios…”.

Si, Lázaro, quiero que también te abrigues en invierno y que lo demás se vaya al infierno. El trabajo, mis deudas, mis fracasos, mis frustraciones, mis enfermedades mentales, mis tristezas, el cáncer. Porque “todo ha cambiado tanto, que sigo haciendo inventario y ahora que estoy saliendo de una relación muy largame estoy rindiendo de tanto desplumarme y de ver en mi a mi padre”, cantaremos a  su salud, el trago que a él le quedaron ganas de beber escuchando de tu voz, las canciones del sudamericano.

 

Dile a mi padre que traigo ansiedad….Di muy pronto con Roberto Carlos, diste tarde con Dylan y Cash…

Cuando inicié  a laborar en un periódico local como fotógrafo, tuve la oportunidad de cubrir el concierto de Roberto Carlos. Fue la primera vez y quizá la única, que se ha presentado en el estado de Chiapas.

A pesar de que a mi padre le gustaban (y por ende tuve un gusto especial ) las canciones del brasileño, no era un fanático de ir a un concierto; prefería descansar, beber una cerveza y leer un libro.

Eso sí, cuándo empezó a sonar en el escenario la canción de “amigo” le marqué por teléfono para que la  escuchara. Se la dediqué, misma con la cual lo despedí antes de incinerarlo.

‘Estoy hecho de todo lo que mi padre no pudo lograr, de todo lo que mi madre nos juró que estuvo mal…’

Denle la oportunidad a sus oídos de conocer esta propuesta musical, de un poeta urbano que carga con la necesidad de hacer canciones que parecieran las hiciera para nosotros, describiendo nuestras vidas.

Canciones con influencias de Bob Dylan, Leonard Cohen o Nacho Vegas, y que inexplicablemente nos hacen sentir mejor en nuestros momentos mas tristes.

Esperemos tenerlo muy pronto en Chiapas, y con sus crudas y reales melodías nos regale una canción, un Balún Canan, de Rosario, uno de sus libros preferidos.

El  hijo pródigo de Durango tiene cinco discos en su haber, cada una con un sonido especial pero todas cargadas de melancolía, desamor, depresión, pero también otras con un toque de humor y esperanza.

  • Lázaro Cristóbal Comala (2014)
  • Canciones del Ancla (2018)
  • Samuel (2019)
  • Cinco años con sed / En vivo ( 2019)
  • Belmont (2022)

EP’s

  • Los Claros (2016)
  • Zaguán (2016)

 

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