Zapping | El arte durante el confinamiento

Zapping | El arte durante el confinamiento

by Divergente.Info

Por @Vlátido

 

Uno

En otros lados y aquí mismo me he preguntado por el papel del arte en nuestra vida diaria. Mis respuestas no son ni pretenden ser netas. Pienso que el arte se mueve entre el placer y el deber.

            En dicho péndulo se ha balanceado el arte durante estos días de confinamiento. 

 

Dos

El confinamiento ha obligado a virtualizar infinidad de actividades. Desde la educación en línea y a distancia hasta la presentación de bienes artísticos. Las redes sociodigitales han sido las herramientas más usadas, y a través de ellas ha habido muchas transmisiones en vivo, casi a diario.

            En internet he visto conciertos completos de mis bandas favoritas, algunos con sonidos excepcionales; clips de cantantes locales de jazz y de guitarristas clásicos; he escuchado lecturas de poetas y escritores, así como leído y descargado sus obras; también charlas, conversatorios y esas cosas que se pusieron de moda hace un par de años para acá; he visto películas en plataformas sin pago y también en Netflix.

            En todo esto hay un riesgo: convertir al arte en placer, sin ninguna otra posibilidad. Claro que hay en él gusto, distracción, ocio y entretenimiento. De hecho, esa es una de sus funciones. Pero si de algo han tratado de escapar algunos artistas es precisamente de esta lógica, la de mercado, que muestra la frontera entre lo artístico y el espectáculo.

 

Tres

Otra tendencia en torno al arte es la llamada intersectorialidad. Con ella se trata de vincular al arte con agendas sociales, políticas, ecologistas, formativas, etcétera. Es decir, escapan a la lógica del entretenimiento y apelan a la ética, al deber.

            A fuerza de ser sincero poco de esto he visto en redes sociales o en otras plataformas de comunicación virtuales, bien sea de colectivos, artistas independientes o instancias gubernamentales. No quiere decir que no las haya. Es cierto que el sector artístico ha padecido los embates de la pandemia, pues ha sido de los más precarizados históricamente. Probablemente por aquí se encuentre una ruta de entendimiento para pensar en esta otra utilidad del arte (porque el arte por placer también es útil) como estrategia contra su precarización.

            En este sentido, el de su dimensión económica, lo que sí se ha multiplicado han sido talleres en línea de formación artística y formación de públicos. Estos talleres tienen costo. Los hay de poesía, de dibujo, narrativa, danza y cine, principalmente.

            Ocurre en estos últimos un desplazamiento: el del artista que proyecta su obra, al del artista como formador, es decir, que incentiva las creatividades y posibilita las experiencias estéticas de los demás.

 

Muerte chiquita

Temprano llega la banda de zanates. Se posan en la copa de los árboles de mango del patio. Graznan a todo pulmón. Su algarabía me despierta. Me asomo por la ventana.

            Su bulla ensordecedora es preámbulo de un movimiento sincronizado: en un tris descienden como saetas, se amontonan alrededor de los tres platos de croquetas de las perras, arrasan con ellas.

            Minutos después reina la paz.

 

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